Un imprescindible en todo pasaporte viajero aguarda a tan sólo 13 kilómetros al norte de Kuala Lumpur: las Cuevas de Batu.
Las Cuevas de Batu, custodiadas por la colosal (42,7 metros) estatua dorada de Murugán, dios de la guerra y la victoria, son uno e los santuarios hindúes más populares y espectaculares fuera de la India. Ubicadas en lo alto de una colina sagrada a 100 metros sobre el nivel de suelo, para acceder a ellas es necesario subir 272 peldaños (¡cuidado con los macacos!) hasta alcanzar las tres cuevas principales en cuyo interior es posible descubrir asombrosos santuarios, pinturas y estatuas.
Cada año en enero o febrero se celebra en estas Cuevas de Batu el famoso festival Thaipusam, tres días de devoción mística donde decenas de miles de peregrinos asisten a la procesión del dios Murugán, algunos de ellos se atraviesan el cuerpo con afiladas agujas e incluso portan los altares. ¡No apto para caracteres sensibles!
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