Un museo escondido en Japón nos recuerda la historia de los kamikazes, y de paso aprovecha para desmontar tópicos asociados a estos orgullosos guerreros. ¡Banzai!
Con una población de casi 550.000 habitantes, Kagoshima es capital de prefectura y una de las ciudades más importantes de Japón. Cerca se encuentra el bonito pueblo de Chiran, nuestro destino: para llegar al mismo se toma el autobús que sale frente a la estación de tren de Kagoshima. El tique cuesta mil yenes. Chiran tiene algunas casas de antiguos samuráis en un excelente estado de conservación y unos deliciosos jardines que bordean la carretera. Pero, sobre todo, la gente viene aquí a ver, tras pagar 500 yenes, el Museo de los Kamikazes, uno de los más impresionantes y visitados de todo Japón. En Chiran se encontraba la base desde la que salieron, durante los últimos meses de la II Guerra Mundial, centenares de kamikazes a morir en misiones suicidas.
De todos es sabido que los kamikazes fueron jóvenes que durante la II Guerra Mundial murieron estrellando sus aviones contra los barcos estadounidenses. Por poner un caso, en la operación especial de Okinawa se estima que murieron alrededor de mil. Cuando despegaban, aquellos aviadores lo hacían con la certeza de que iban a morir. Lo habitual era escribir una carta de despedida; muchas de ellas guardadas precisamente en este museo. Por ejemplo, uno de estos pilotos escribió: “Mamá, siento ser un chico desobediente, por favor, perdóname, soy feliz por irme”. Otro chico escribió: “Voy a morir en el mar de Okinawa, incluso después de mi muerte protejo a mi país”. En honor de los kamikazes (Viento Divino) se erigió, al lado del museo, un templo y su diosa representa la idea de lástima, valentía y consuelo. Los japoneses están muy orgullosos de este museo.
CÓMO VISITAR EL MUSEO DE LOS KAMIKAZES
El Museo de la Paz y de los Pilotos Kamikazes de Chiran está en 17881 kori Chiran-cho Minamikyush.
Abierto todos los días del año de 9:00 a 17:00.
La entrada para los adultos cuesta 500Y.
Más información, en su página web.