El fin del mundo y de los viajes


El fin del mundo... y de los viajes

“Es el fin del mundo como lo conocemos y estoy de miedo”, cantaba REM. Eso es porque no habían viajado a México con JMG…

[space height=”20″]Ya un poco cansados todos los años de Nostradamus, esta vez se han sacado de la manga lo del fin del mundo en 2012 según el calendario maya; en realidad es el fin de un ciclo. Tengo la suerte de haber podido vagabundear una docena de veces por el mundo maya: he compartido y soplado aguardiente Venado Especial con dos generaciones de maximones en Santiago Atitlán y varias Pepsis con penitentes mayas en el templo San Juan de Chamula. La Pepsi tomada en esa iglesia rebosante de copal, donde la gente trata las cosas directamente con Dios, tiene poderes curativos; no ocurre así con la Coca Cola. Soy miembro de la Hermandad del Santo Cristo del Perdón de Antigua, que comparto con muchos cofrades de sustrato maya.

 

San Juan de Chamula, un maya viene a por mi al ver que le hago una foto, podría haber sido mi fin del mundo

 En San Juan de Chamula, un maya viene a por mí al ver que le hago una foto. Podría haber sido mi fin del mundo… (Foto JGM)

En Chichicastenango, “Chichi”, la Fundación Centro Cultural y Asistencia Maya publica un calendario que cuesta 25 quetzales. Se trata de un calendario modernizado, enlazado con el gregoriano, editado en tres lenguas (kiche, ixil y cachiquel) y en el que también aparecen descripciones de plantas medicinales, fases de la luna, etc. Los mayas pensaban que el Universo había sido creado y destruido varias veces (más o menos lo que los astrónomos modernos llaman la teoría del big bang) y que vivían en un ciclo que comenzaba en el año equivalente a nuestro 3405 antes de Cristo; en ese año arranca su preciso calendario, que debía terminar este 21 de diciembre de 2012. También creían que la Tierra reposaba sobre un cocodrilo gigante, y que el centro terrestre lo ocupaba una gran ceiba (yaxché), el árbol de la vida. La ceiba conectaba el inframundo (xibalba), donde hundía sus raíces, con los cielos, pasando por el mundo terrenal.

[message_box title=”Sobre el autor” color=”blue”]

Jesús García Marín fue, allá por 1984, alumno de doctorado del Premio Nobel Camilo José Cela, con quien cursó Dictadología Tópica. Ha publicado infinidad de artículos de investigación histórica, ha coordinado cuatro misceláneas de cultura humanística, y es autor de un centenar de guías turístico-prácticas de todo el mundo. Como periodista, ha publicado numerosos artículos culturales o de opinión en los periódicos baleares de mayor tirada. Actualmente es columnista del diario “Última Hora” y colaborador habitual de Tu Gran Viaje.

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