Túnez es un país del que enamorarse en cualquier momento del año. Y una de las mejores épocas para descubrirlo es la Navidad, cuando se celebra el Festival Internacional del Sahara.
Una opción de lo más diferente y original es pasar la Navidad en el desierto del Sahara tunecino, en una tienda de campaña al raso bajo el inmenso cielo estrellado. En la puerta del Grand Erg Oriental -región desértica del noreste del Sahara comprendida entre Túnez y Argelia-, se encuentra el Campement Zmela, formado por numerosas jaimas donde el personal hace sentir a sus huéspedes como auténticos nómadas.
Se trata del destino ideal para aquellos que buscan silencio en un lugar rodeado de bellas dunas de arena. El campamento cuenta con una situación privilegiada en el desierto, a los pies de un cordón de dunas ocres, perfecto para dormir bajo la inmensidad del cielo estrellado, deambular por el desierto y contemplar los magníficos colores del atardecer y del amanecer.
Ofrece un alojamiento sencillo pero confortable en jaimas y una excelente cocina tradicional. Además, el equipo que forma parte del alojamiento invita a sus huéspedes a observar cómo preparan su rico pan: enterrándolo entre ascuas durante 15 minutos. No muy lejos, se encuentran algunas de las visitas más destacadas: Matmata (a 100 km), Tataouine (a 40 km), Douz (a 150 km por carretera y a 100 km atravesando el desierto en 4×4).
Además, pasar la Navidad en Túnez puede ser una de las mejores experiencias vividas por los turistas, ya que durante todo el mes de diciembre, del día 1 al 31, se celebra en Douz (Kébili) el Festival Internacional del Sahara. Se trata de uno de los eventos más espectaculares e importantes del desierto donde se citan los beduinos y donde se pueden ver espectáculos tan impresionantes como las carreras de camellos y carreras de meharis (soldados beduinos).
Gracias al festival, además, se podrá aprender la auténtica cultura de los bereberes y de las tribus nómadas, asistir a conferencias y reuniones de intelectuales para hablar de litereatura y poesía, ver en qué consiste un matrimonio tradicional y disfrutar de exposiciones, entre otros.