Tras siete meses de obras, el Parador de Cuenca reabre sus puertas el 1 de agosto con un diseño renovado que respeta su historia y eleva su experiencia de hospitalidad.

Ubicado en el majestuoso convento de San Pablo, suspendido sobre el cañón del Huécar y frente a las emblemáticas Casas Colgadas, este Parador ofrece ahora una experiencia única, donde la tradición y la vanguardia conviven en armonía.

La reforma, que ha supuesto una inversión de 1,3 millones de euros, ha modernizado tanto las habitaciones como las zonas comunes con una propuesta de interiorismo contemporánea y sobria, inspirada en el pasado monástico del edificio. Materiales nobles como la madera, la piedra y los tejidos en tonos tierra aportan calidez, mientras que los espacios como la cafetería en la antigua capilla o el claustro acristalado se transforman en lugares de contemplación y relax.

Además, se han llevado a cabo mejoras de eficiencia energética, como la renovación integral de la sala de calderas, que reducirá un 20% el consumo de gas en el primer año. La sostenibilidad y el confort se dan la mano en este proyecto que actualiza sin perder la esencia.

Un nuevo impulso cultural

Uno de los grandes atractivos de esta renovación es el refuerzo de la dimensión artística del Parador, con nuevas obras de grandes nombres del arte abstracto español como Gustavo Torner y Fernando Zóbel, cofundadores del Museo de Arte Abstracto de Cuenca. La colección se complementa con piezas de Gerardo Rueda y una espectacular obra de Julián Casado, “La Serie Malevich”, expuesta en el claustro. Así, el Parador se consolida como un punto de encuentro entre turismo y arte contemporáneo.

Próximas novedades: un mirador con vistas inolvidables

La rehabilitación continúa con una segunda fase liderada por Turespaña, que invertirá 2,4 millones de euros procedentes de fondos europeos para restaurar fachadas, murallas y espacios exteriores. Entre las novedades más esperadas está la recuperación de la Torre del Aljibe, que se convertirá en un nuevo mirador panorámico abierto al público, desde el que se podrá contemplar el casco histórico y las Casas Colgadas.

Turismo sostenible y patrimonio en evolución

El proyecto forma parte de un plan estratégico de modernización de Paradores y de impulso al turismo cultural en España. En el caso de Castilla-La Mancha, el Gobierno ha destinado más de 200 millones de euros al desarrollo turístico, incluyendo actuaciones en Cuenca como la restauración de la muralla, los remontes del casco antiguo y nuevas conexiones con la estación del AVE.